miércoles, 8 de octubre de 2008

Non-sites y la deriva-ción a todo lo demás

Estaba pensando un poco en todo esto, en el caminar y en la narración del espacio que se construye a partir de la experiencia. A propósito de los últimos dos posts, pensé en un comentario y me decidí por una nueva entrada. Y es que este relacionar un tema con otro no termina nunca, no terminará nunca la fuente de ideas.

















Leyendo el texto anterior tomo la frase "las historias organizan los paseos" de De Certeau; esto me hace pensar en historias como pensamientos, los que debatían Aristóteles y sus discípulos mientras caminaban alrededor de un patio y construían su discurso. Y los pensamientos me llevan a la memoria a partir de la cual se construyen esas historias y la experiencia.

Frances Yates afirmaba que los griegos inventaron el arte de la memoria, el arte que enseña a memorizar cuya técnica se basaba en imprimir imágenes y lugares en la memoria. Estos lugares que consisten en sistemas mnemónicos solían ser los más comunes y arquitectónicos, aquellos “espacios construidos o dispuestos por el hombre”, es decir, “lugares cuyas configuraciones quedan fijadas y son gobernadas por uno o varios recorridos determinados”.

En el texto que os comentaba hace poco y que ahora cito, L’art de la mémoire, le territoire et l’architecture, Sébastien Marot toma el libro de Frances Yates, The Art of Memory (1966) como punto de partida para plantear una nueva consideración ante el problema del emplazamiento en el urbanismo. Propone un suburbanismo como instrumento crítico donde el lugar, el emplazamiento, prima sobre el programa apelando a la memoria. “La ciudad es el locus de la memoria colectiva”, escribe, tomando la frase de Aldo Rossi cuando éste explica que la memoria está ligada a hechos y a lugares. Como ejemplos que interrelaciona y superpone en capas temporales, para su argumento toma cuatro reflexiones inspiradas en cuatro “objetos” distintos.

Uno de los elementos de su acertijo es el relato del paseo suburbano en Passaic, Nueva Jersey, realizado en 1967 por Robert Smithson. ¡Y aquí encontramos otra relación directa!
Marot cambia la palabra psicogeografía por psicogeología para hablar del artista norteamericano. Su recorrido por los monumentos de Passaic se publica como un relato de viaje y lo sitúa desde el enfoque pictórico y literario del viaje pintoresco.
Los monumentos de este suburbio que Smithson describe como “máquinas extinguidas” o “criaturas prehistóricas” no son sino los signos del “caos unitario”, “de la entropía suburbana y de la desnaturalización del paisaje”.

Cierto paralelismo podría establecerse entre estas visitas a los monumentos de Passaic y una visita al parque de Lancy, el proyecto del arquitecto suizo Georges Descombes en un barrio periférico de Ginebra durante la década de 1980. “El Passaic de G. Descombes se llama Lancy”, escribe Marot en su ensayo. Hay cierta similitud con aquellas “ruinas al revés” solo que las intervenciones del arquitecto no son símbolos de la amnesia del territorio, sino “los vehículos de una reactivación de dicha memoria”.

“Descombes reinventa el sentido del lugar mediante la descripción de lo que hay en él y de lo que ya no hay. En realidad, lo que ha desaparecido merece ser evocado tanto como lo que todavía está allí. La alusión es uno de los medios utilizados: se introduce un elemento con el fin de evocar una situación anterior. [...]”
Elissa Rosenberg, “L’imagination topographique”, en Les carnets du paisaje, nº 9, 2002

Estos elementos o intervenciones de G. Descombes a lo largo del Voiret podrían ser los componentes de un Non-site de Lancy.
El término lo acuñó R. Smithson y refiere a todos esos lugares del suburbio, impersonales y de tránsito. Los lugares que años más tarde el antropólogo Marc Augé llama "no-lugares" de la era súper-moderna en su libro Los no-lugares. Espacios del anonimato. (1998). El desarrollo de estos “espacios residuales y de tránsito” ha trastornado profundamente nuestra relación con el medio.

Volveré a Descombes otro día pero ahora retomo los Non-sites, las obras que inicia R. Smithson inspiradas en aquellos lugares suburbanos. Sus instalaciones son construidas con mapas, textos, fotografías aéreas y lecturas geométricas concibiéndolas como metáforas de aquellos emplazamientos; y esto, aludiendo a los temas de este blog, me recuerda a las “Narraciones Caminadas” de Antonio R. Montesinos del colectivo D-Forma,

Así define el concepto R. Smithson en un texto “A Provisional Theory of Non-sites” que se incluye en Robert Smithson, Collected Writings:

“Cuando dibujamos un esquema, la planta de una casa, un plano de calles que nos permita localizar un lugar, o un mapa topográfico, estamos dibujando un “cuadro lógico en dos dimensiones”. Un “cuadro lógico” difiere de un cuadro figurativo o realista en que rara vez se parece a la realidad de la que parte.
Es una analogía o una metáfora en dos dimensiones: A = Z.
El Non-site (una earthwork interior) es un cuadro lógico en tres dimensiones que no por el hecho de ser abstracto deja de representar un lugar existente en Nueva Jersey (las llanuras del Pine Barrens). A través de esta metáfora en tres dimensiones, un lugar puede representar otro lugar que no se le parece. De ahí la expresión Non-site.”


El lugar está ligado a las relaciones elementales que mantenemos con los espacios que habitamos y frecuentamos. Los lugares que vivimos y en los que circulamos no desaparecen, quedan en nuestra memoria para ir redescubriéndolos. Y volviendo a De Certeau, "Todas las historias son historias de viaje - una práctica espacial", nuestras historias, aventuras y desplazamientos organizan el viaje, narran nuestra experiencia del espacio y construyen nuestra identidad a partir de la información acumulada en esos lugares.